Los primeros días y meses tras el fallecimiento de mi Juan Pablito, era difícil para mí comunicarme con mis amigos para explicarles lo que realmente sentía, y no sabía qué palabras usar. Esta sencilla lista preparada por MISS Foundation respecto a qué “si” decir y que “no” decir es muy importante a la hora de acompañar a los padres que han pérdido físicamente a un bebé. Les invito a leerla y a ponerla en práctica. Nosotros tuvimos la posibilidad de que se cumplan todos los derechos de Juan Pi y los nuestros como padres durante nuestra estancia en el Hospital de Niños de Boston, es por eso que queremos ayudar para que esto se pueda cumplir también en nuestro país. Porque como dice una frase:  “las heridas más grandes son las que no se ven”.


QUÉ SI Y QUÉ NO DECIR O HACER POR LOS PADRES QUE HAN PERDIDO UN BEBÉ

MISS Foundation
http://www.missfoundation.org/spanish/dosdonts.html

SI:

– Acepten que no pueden quitar su dolor, pero si pueden compartir y ayudarles a sentirse menos solos.

– Muestren su verdadera preocupación y su cariño.

– Llamen al bebé por su nombre.

– Traten a la pareja igual. Los padres necesitan tanto apoyo como las madres.

– Estén disponibles… para oír, hacer mandados, manejar, ayudar con los otros niños, o cualquier otra cosa que pueda necesitarse.

– Digan “lo siento”, sobre lo que les ha pasado y sobre su dolor.

– Acepten sus cambios de humor, como sea que éstos sean, ustedes no están ahí para juzgar. Sean sensibles a los cambios bruscos de humor.

– Permítanles hablar del bebé que ha muerto cuanto ellos lo necesiten.

– Hablen acerca de las muy queridas cualidades del bebé.

– Den especial atención al hermanito o hermanita, durante el funeral y en los meses siguientes a éste, ellos sufren y están confundidos y necesitan atención que sus padres ahora no pueden brindarles.

– Asegúrenles a los padres que hicieron todo cuanto estuvo en sus manos y que el bebé recibió el mejor cuidado posible.

– Anoten en su agenda o calendario la fecha de nacimiento y de muerte del bebé y recuerden a la familia en los años siguientes. El que ustedes recuerden significa mucho para ellos.

– Invítenlos a salir. Pero entiendan si ellos los rechazan o cambian de opinión en el último momento. Sobre todo, continúen llamándolos y frecuentándolos.

– Manden una nota personal o hagan alguna donación a una obra de caridad que sea importante a la familia en nombre del bebé.

– Adquieran literatura acerca de la enfermedad o condición que causó la muerte del bebé y del proceso de luto para ayudar más a la familia.

NO:

– No piensen que la edad del bebé determina su valor e impacto para la familia.

– No tengan miedo de tocar a los padres. Muchas veces el contacto físico dice más que mil palabras.

– No los eviten por su propio sentimiento de impotencia o de incomodidad, o por no saber qué decir.

– No cambien el tema cuando ellos mencionen al bebé.

– No presionen a los padres durante el proceso de luto, lleva mucho tiempo sanar estas heridas y ellos nunca olvidan.

– No los inviten a consumir alcohol o drogas.

– No pregunten cómo se sienten si no están dispuestos a escuchar.

– No digan que saben cómo se sienten, si no han pasado por algo similar.

– No les digan qué deben sentir o hacer.

– No traten de encontrar el lado positivo de la muerte del bebé.

– No mencionen que al menos ellos tienen otros hijos.

– No digan que ellos serán capaces de tener otros hijos.

– No sugieran que ellos deberían de estar agradecidos por tener otros hijos.

– No piensen que la muerte prohibe volver a reír. Hay mucho por que reír en las memorias que tienen del bebé.

– Eviten las siguientes frases:

* “Se valiente y ya no llores.”

* “Es voluntad de Dios”

* “Es una bendición.”

* “Sigue con tu vida, esto no es el fin del mundo.”

* “Dios necesitó otro angelito en el cielo.”

* “Ahora hay una estrella más.”

* “Por lo menos no era mayor.”

* “Debes de ser fuerte por tus otros hijos.”

* “Lo estás haciendo muy bien.”

* “Eres joven, ya te repondrás.”

* “El tiempo todo lo cura.”

* “Seguramente estaba enfermo.”

Traducido por Carla Hoffmann en memoria de César (04/06/97), Josephine (09/03/97) y Carlota (12/02/98).