Empiezo mi historia de esta manera: Me llamo María Belen Paradeda Ramírez. Estoy casada hace 3 años, y en mayo del 2009 me enteré que estaba embarazada, fue una inmensa felicidad la de saber que seríamos padres. Luego en la semana 12 de embarazo mi ginecólogo nos dio la noticia de que tendríamos 2 bebes sii!!!!, la alegría fue tanta, la emoción y también el miedo por ser madre primeriza y todos esas dudas que siempre vienen.
Tuve un embarazo normal sin complicaciones, vivía feliz, acompañando el crecimiento de mis hijos, hasta que al completar la semana 31 fué donde en una ecografía de rutina me dijeron que tenia poco liquido en una de las bolsas (estaban en bolsas diferentes eran mellizos, una niña Clara Amanda y un niño Fernando Sebastián ). Era Clarita la que estaba con poco liquido, Sebastián crecía bien con liquido, y la placenta todo normal, desde ese día quedé internada para ver si lograba regenerar liquido y así prolongar el embarazo, no fue posible entonces en la semana 32 me hicieron la cesárea y nacieron mis hijos: Clara con 1.450 grs. y Sebastián con 2.000 grs. fue tanta la emoción que no sé como expresar, escuché el llanto del niño y luego el de la niña, mis bebes nacieron perfectos, sanos, pero con bajo peso debido a la prematurez así que quedaron internados nada mas que para ganar peso, entonces allí empezó nuestro ir y venir todos los días al hospital con mi herida de la cesárea, me sacaba la leche para que se los pudiera dar y para que no se me terminara la ya que solo esperaba el día en que pudiéramos irnos a casa los tres y así seguíamos, hasta que después de 18 días sacaron al niño de la incubadora, lo mantenian en la cunita, era hermoso mi bebe, después de 3 días me dieron de alta, cosa que me pareció extraño por que todavía era muy chiquito pero me dijeron que ya tenia un peso razonable.
Con tanta alegría lo llevamos a casa, por fin podría cargar a mi bebe, poder cuidarlo, solo que yo notaba raro a mi bebe, dormía, no despertaba, no quería tomar la leche, entonces lo llevamos nuevamente al doctor, lo revisó, dijo que era normal, que los bebes recién nacidos duermen mucho y que me fuera tranquila, volvimos a la casa entonces y mi bebe seguía dormidito, apenas abría los ojitos y como que parecía que no tenia fuerzas para nada, en un momento de la noche, entré al baño para tomarme una ducha, en ese momento escuche un llanto fuerte, era mi bebe, lo agarre con todo, lo puse en mi pecho y succionó como nunca, abrió los ojitos nos miramos por unos segundos, enseguida volvió a dormir, nos pusimos tan felices porque al fin abrió sus ojitos, volvieron a pasar las horas y el continuaba dormidito, fue ahí que entonces nuevamente lo llevé al médico, en ese horario ya estaba otro y no el mismo que nos atendió la primera vez, al verle este me dijo que tendría que dejarlo internado otra vez al bebe porque lo notaba muy amarillo y también porque no se había alimentado lo suficiente, bueno empezó todo de nuevo mis dos bebes en esa incubadora fría, solitos, y yo sin ni siquiera poder tocarlos.
En la mañana siguiente vi correr a las enfermeras y al doctor, era mi hijo el que estaba pasando mal, tuvo un paro, lo reanimaron, de inmediato y me dijo el médico que debían meterlo a terapia intensiva nada mas que por precaución. Como dolía ver a mis chiquitos ahí, era tanto mi dolor, pero tenia fe de que todo saldría bien y que pronto nos iríamos los tres a casa. Sebastián, permaneció por 3 días en terapia luego pasó a sala común. En ese lugar le tomo una bronquiolitis, lo trataban, iba mejorando día a día. Fue en una mañana de un día lunes en cuanto me preparaba para ir de nuevo al hospital me llaman y me dicen que mi hijo se puso mal y que volvió a cuidados intensivos. Fui volando hasta el hospital para saber que pasó y nadie me decía nada, no supieron decirme que pasócon mi hijo, hasta que salió el medico y me dijo que habían encontrado a mi bebé con un paro respiratorio y en las placas que lo hicieron vieron que estaba con liquido en su pulmón que probablemente habría bronco aspirado ( se ahogó con su propio vomito) yo estaba fuera de mi, no tenia idea de lo que era eso. Consiguieron reanimarlo, pero había pocas esperanzas, quise morir, entre a ver a mi bebe lo encontré lleno de aparatos con los ojitos semi abiertos, apenas respirando con ayuda, mi corazón quedo destrozadó, nunca pensé que sentiría tanto dolor, ver a mi pequeño en ese estado que no podía creer que fuera cierto, mi niñito, mi hijo amado se me estaba yendo y yo sin poder hacer nada. Mi amado Fernando Sebastián luchó, se aferró a quedarse con nosotros pero su paso por esta vida fue corto, como una estrella fugaz, su misión había terminado, nos dejó una enseñanza la de luchar, luchar y seguir luchando.
Han pasado 1 año con tres meses de su partida, en los ojos ya no me quedan lágrimas para derramar por el, pero mi corazón seguirá llorando toda la vida su falta, lo tengo tan presente, tan dentro mío, esta en cada latido de mi corazón, en todo lo bello de esta vida, porque él no se ha ido, esta con nosotros. Solo me queda darle las GRACIAS por haber acompañado a su hermana en el camino hasta la luz, por escoger a nuestra familia para ser la merecedora de su visita, por darme la oportunidad de saber lo que siente una madre de mellizos, entendí el mensaje que dejaste: “Cuiden de mi hermanita como lo he hecho yo y denle a ella todo lo que hubiese sido para los dos”.
Fernando Sebastián Arza Paradeda.
08/01/2010 – 09/02/2010
“En mi corazón POR TODA LA VIDA”