Queridos amigos: Soy la mama de Kellie Bear y si hace tiempo que no saben de mí, no es porque no piense en ustedes, porque los tengo presente todos los días. Yo misma fui diagnosticada con convulsiones en diciembre pasado . Estuve en terapia intensiva 5 días porque tenía una detrás de la otra y no me paraban. Me internaron para hacerme una resonancia magnética y en el camino perdí el pulso y me llevaron de urgencias a terapia intensiva  para hacerme primeros auxilios. Esto me paso más de una vez , me despertaba y veía al grupo médico alrededor que recién me habían dado primeros auxilios y la última vez que la enfermera intento darme primero auxilios me desperté en el medio cuando me estaba pegando en el pecho y le dije: porque me está pegando? Quiero hablar con su supervisora  y me dijo yo soy la supervisora y  le dije entonces con el director del hospital esto no es calidad de vida, me quiero ir a mi casa con cuidados paliativos y me dijo , pero porque si no te estas muriendo y le dije: tratamientos paliativos significa mejor calidad de vida y me quiero ir a mi casa con mi esposo y mi hijo.
Al rato vino la supervisora,  y mi esposo me dijo que ella había sido la que me salvó la vida y se lo agradecí, y me dijo que cada vez que tenía una convulsión yo pedía perdón y nunca se iba a olvidar de mií por eso. Cuando todo esto me estaba pasando en los pocos momento de lucidez, me puse en el lugar de Kellie Bear , cuando me succionaron  yo estaba consciente  y pensaba en ella cuando yo lo hacía , pero estaba en la casa y yo estaba en el hospital y la verdad no sabía si iba a salir de ahí . Cuando me sacaban sangre a cada rato pensaba en ella y en todas las veces que ella pasó por lo mismo  sin fundamento, y cada vez que me despertaba de los primero auxilios estaba agradecida que Kellie no pasó por esto y estaba en su casa con su familia porque de nada hubiera servido tanto dolor.
Mi pasión por los tratamientos paliativos en aun mayor después de lo que me paso a mí y después de haber conocido a los padres de una niña de la clínica en donde trabajo que también recibía tratamientos paliativos.  La niña vino a nuestra clínica y no se la veía bien y después la mamá la llevo al hospital en donde la niña tuvo un paro cardio respiratorio y le intentaron dar primeros auxilios y después de varios minutes de no poder resucitarla,  la mamá al ver la situación les rogó dejarla ir.
Fui  al velatorio de la niña y vi a la madre muerta en vida, como yo, como vos y todas nosotras que hemos pasado por ese gran dolor. Les di un angelito hecho por mí , pero me paré y les pedí permiso para decir unas palabras y dije: quien se quedó con ganas de decirle te quiero?! y empezaron uno por uno a levantar la mano y yo dije te quiero y el nombre de la niña y todos empezaron a llorar y al decirlo, la madre se levantó y así se despidió de la niña .
En el medio de tanto dolor sentí una gran emoción al saber que todos se fueron de ahí habiéndole podido gritar que la querían y no haberse callado toda la vida ese sentimiento y llevado eso en su conciencia aunque ella lo sabía antes de irse, pero nosotros los que nos quedamos aquí cargamos con culpas terrenales que ellos que son ángeles no lo hacen.

La mamá de Kellie Bear